sábado, 30 de agosto de 2014

Gerda Taro, una cámara, un tanque

Gerda Taro en España, 1937


Hoy es una de esas fechas malhadadas    un agujero que no ves    un paso mal calculado    un pensamiento-trampa   como en cualquier vida   Fecha   como cualquier otra

Un día de locos    cansancio acumulado    besos que desaparecen    ausencias      Alguien da la vuelta    y ha cerrado con llave

Pero hoy no es el mismo poema    porque tú eras joven    y mucho más que yo ahora    porque tú ya compartías    sincronizabas tus ojos y tus dedos   porque sólo un tanque dando marcha atrás    en una guerra en Europa    pero al sur    abrió tu vientre

Un eco me llega Gerda    desde tus fotografías de espaldas    El destino te encuentra    pero era un día malhadado    mujer con cámara en una guerra    alguien bombardea y entonces caes    y el mismo tanque cae

Y luego aparecen solo tus negativos    en la “valija mexicana”.
© Esther González

Gerda Taro y Frank Capa, fotografiados por Fred Stein en París, 1935

Tras su detención, en 1933, por distribuir propaganda anti-Nazi, Gerda Pohorylle, de ascendencia polaca, nacida en Sttutgart, Alemania, se marcha a París; el resto de la familia Pohorylle es obligada a abandonar Alemania, dispersándose. No volvería a verles.
Conoce al fotógrafo húngaro Endre Ernö Friedmann (André, en París). Unidos sentimentalmente, rechazará su propuesta de matrimonio. Aprende fotografía con él, y en 1935, Maria Eisner, amiga de André y fundadora de Alliance Photo, contrata a Gerda como ayudante.
En la primavera de 1936, instalados en el Hôtel de Blois, de la Rue Vauvin, deciden crear a "Robert Capa", por motivos económicos y el clima de intolerancia que comienza a imperar en Europa: se trata de un destacado y famoso fotógrafo estadounidense que acaba de llegar a Europa, del que son sus representantes. El invento funciona y, bajo esa denominación, publicarán primero los trabajos de Friedmann y finalmente, los comunes.
  
Al iniciarse la Guerra Civil española en 1936, viajan en agosto a Barcelona; Taro fotografía los preparativos para la defensa de la ciudad (entre ellas, a unas milicianas haciendo instrucción en una playa), y cubren los frentes de Aragón y Córdoba, publicando con éxito en importantes publicaciones como Vu y Züricher Illustrierte.

Milicianas, 1936                   
Es esta una época de continuos viajes entre Francia y España; en febrero de 1937, fotografían las calles de Almería, llenas de refugiados de Málaga, y el buque de guerra "Jaime I". Realizan un reportaje sobre las minas de mercurio de Almadén. Y, en Madrid, las trincheras republicanas de la Ciudad Universitaria. Friedmann regresa a París, y Garda se queda en Madrid, en la Casa de la Alianza, un Palacio requisado, sede de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. 
Palacio de Zabálburu, calle Marqués de Duero nº 7, en Madrid, actualmente sede de un organismo oficial. Gerda Taro se alojaba en este edificio a su paso por Madrid, y también en el Hotel Florida, que estuvo ubicado en la Plaza de Callao, y sobre el que se levantan actualmente unos grandes almacenes (Foto: Esther González)

En abril de 1937, residen en el hotel Florida, “en compañía de Ernest Hemingway, John Dos Passos y Herbert Matthews, del New York Times”.
Con la denominación “Photo Taro”, comenzó a publicar trabajos exclusivamente suyos en Regards,Ce Soir, Life, Illustrated London News and Volks-Illustrierte. Fueron famosas sus fotografías del bombardeo de Valencia, el 14 de mayo, que realizó en solitario.

Víctima ataque aéreo Valencia, 1937


En junio de 1937, fotografían y filman juntos en Carabanchel, que aún no es un barrio de la capital, ”una serie sobre los dinamiteros”:
El 4 de julio asisten a la inauguración del Segundo Congreso Internacional para la Defensa de la Cultura; Capa vuelve a París, Taro  cubre la batalla de Brunete el 6 de julio, demostrando con sus fotos el control republicano en ese momento, a pesar de la propaganda de los sublevados, siendo aún más solicitada por la prensa internacional.
Brunete, combatiente desde el interior de un bunker.

Las fotografías de Gerda Taro, muchas procedentes de la llamada "valija" o "maleta mexicana", demuestran el alto riesgo que asumía la fotoperiodista.
El 24 de julio ya no hay resistencia republicana en el casco urbano de Brunete; de acuerdo con la exhaustiva investigación de José Manuel Serrano Esparza, en su blog "El rectángulo en la mano", Taro permanece todo el día 24 de Julio (...) y la mañana y sobremesa del 25 (...) aproximadamente 1 kilómetro al norte de Brunete (...) junto a Ted Allan y el contigente republicano con el que han dejado el pueblo (...) en varias ocasiones han tenido que refugiarse en el interior de (...) trincheras para protegerse de las oleadas de biplanos He 51C-1 alemanes (...), pues han abandonado la población campo a través.

Búsqueda de supervientes tras un ataque, Brunete
Cuando la situación se endurece y es insostenible, junto con su amigo Ted Allan (sobre nombre de Ted Herman, miembro de un batallón canadiense de las Brigadas Internacionales, futuro escritor y guionista), se sube a un tanque T-26B que transporta a un soldado republicano en estado grave y a un médico escocés, bajándose al llegar a un puesto de socorro tras pasar Villanueva de la Cañada. 
Soldado republicano, Brunete, julio 1937

En medio de la confusión, paran en la  carretera a un coche negro que se dirige a  El Escorial, con tres heridos en el asiento trasero; se suben al estribo de la parte derecha, y Gerda Taro suelta sus dos pequeñas cámaras Leica en el asiento delantero. 
Unos metros más adelante, observan que un tanque republicano invade la carretera sin control, tras ser ametrallado por un avión, y aunque el conductor del coche da un volantazo, el  tanque les alcanza de lleno. Minutos después, tras ser puesto a salvo en la cuneta para evitar los proyectiles de los aviones, herido, Ted Allan ve el coche volcado, y encuentra a Gerda Taro con el vientre destrozado debajo del tanque. Fallecería durante la madrugada siguiente, ya 26 de julio.
Según su testimonio (1969),  el atropello de Gerda Taro se produjo “aproximadamente un kilómetro y medio al norte de Villanueva de la Cañada dirección Valdemorillo y El Escorial”, no en la localización que suele citarse  habitualmente.
José María Serrano Esparza, en una actualización de 2012, aclara que la denominación de “El Goloso” no se refiere a la zona al norte de Madrid en la autovía a Colmenar Viejo, sino a un hospital inglés que al parecer existió en El Escorial con ese nombre.
Gerda Taro y un soldado, frente de Córdoba, 1936, fotografía de Robert Capa

Unos días antes también había muerto en El Escorial Julian Bell, sobrino de Virginia Wolf, que el año anterior daba clases de inglés en la Universidad de Wuhan, China. Julian Bell se encontraba en España como voluntario, conduciendo ambulancias de la  Unidad Médica Británica; la metralla de un ataque de la Legión Cóndor alemana le alcanzó cuando trataba de hacer avanzar una ambulancia en un tramo de maltrecha carretera por Villanueva de la Cañada.

Unos días después, el 1 de agosto, Gerda Taro habría cumplido 27 años.
Hotel Colón, Barcelona, 1936

Las fotografías de Gerda Taro se exhibieron en Nueva York en 1938, y los periódicos norteamericanos la consideraron la primera fotógrafa fallecida en acción de guerra.

A finales de 2007, "llegaron al International Center of Photography tres cajitas de cartón. Estas maltrechas cajas, que se conocen como "la maleta mexicana", contenían los míticos negativos de Robert Capa sobre la Guerra Civil española. Hacía años que corrían rumores sobre la supervivencia de estos negativos, desaparecidos del estudio de Capa en París al principio de la Segunda Guerra Mundial, pero de nada habían servido los esfuerzos de su hermano Cornell, fundador del ICP, por rastrear las distintas versiones, ni su ahínco en buscar los negativos. Tuvo que esperar hasta sus 89 años para ver el contenido de las cajas: 126 rollos de película, no sólo de Robert Capa, sino de Gerda Taro y David Symour (llamado "Chim"), tres de los principales fotógrafos de la Guerra Civil española. El conjunto de estos rollos forma un documento de valor incalculable sobre la evolución de la fotografía y el fotoperiodismo bélico, pero también sobre el gran pulso político por marcar el rumbo de la historia española y frenar la expansión del fascismo en el mundo." (Cynthia Young, Conservadora adjunta del Archivo Robert Capa y Cornel Capa, 2008)

Fotografías de Gerda Taro

Fuentes:

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