jueves, 27 de febrero de 2014

Poeta de guardia XI: Charles Baudelaire

Baudelaire significó un "punto de giro" en la poesía francesa y europea en cuanto a la expresión  de los sentimientos más oscuros del ser humano, de lo tenebroso.
"La poesía francesa de la absenta", comentaban unos amigos.

El año pasado, durante el taller que compartimos en el Centro de Poesía José Hierro, de Getafe, con Eugenio Torijano, nos adentramos con su traducción de "Las flores del mal" -con su buen hacer y cuidado- en la carne y espíritu de Charles Baudelaire, niño solitario y rebelde, de años de bohemia, que se ganaba la vida con dificultad, día a día.
Mal comprendido durante mucho tiempo, en "Las flores del mal" revive su mundo atormentado. 

Ilustración de la portada del libro. Fragmento de la vidriera de la Danza de la Muerte. Catedral de San Vicente, Berna, Suiza.



                                     CXXVII
          LA MUERTE DE LOS AMANTES
Tendremos camas llenas de aromas penetrantes
y divanes hondísimos como las sepulturas,
raras flores nacidas sobre nuestros estantes,
sólo para nosotros, bajo nubes más puras.

Derrochando a porfía sus postreros ardores,
nuestros dos corazones como antorchas serán,
dos espejos gemelos, que, con vivos fulgores,
en nuestros dos espíritus su luz proyectarán.

Una tarde de rosa, y místico azulado,
cambiaremos un rayo único y lacrimoso,
igual que un gran sollozo de adioses muy cargado;

y más tarde, algún Angel, entreabriendo las puertas,
vendrá a dar nueva vida, muy fiel y jubiloso,
a los espejos turbios y a las antorchas muertas.


"Las flores del mal". Charles Baudelaire. Introducción, versión rimada y español y notas de Eugenio Torijano Pavón.
Prefacio de Chús Arellano.
Ediciones QVE
www.edicionesqve.com
http://www.unoeditorial.com/portfolio/las-flores-del-mal/



sábado, 22 de febrero de 2014

Los desiertos de Gertrude

Déjame hundir, perdiéndome en las profundidades de la media noche. Deja que la tierra me suelte; deja que ella me liberte de su obstáculo de polvo.
Velad desde lejos, oh estrellas, aunque estéis 
                embrujadas de luz de luna,
y que el horizonte estienda aún sus alas alrededor
                de mí.
Deja que no haya canción, ni palabra, ni roce;
                ni sueño, ni despertar,
sino sólo luz de luna como un desmayo de
                éstasis sobre el cielo y mi ser.
El mundo me parece a mí como un navío
                con sus innumerables peregrinos, desva-
                neciéndose en el lejano azul del cielo;
sus canciones de marineros se van 
apagando en el aire, poco a poco.
Mientras, yo me hundo en el seno de la noche in-
                finita, destiñéndome de mí mismo, con-
                sumiéndome hasta ser un punto en el
                espacio.
Rabindranath Tagore


Gertrude Caton-Thompson es casi un "alma gemela" de Vera Brittain en cuanto a pérdidas y circunstancias.
Su vida discurría remando por el Támesis, cacerías, desfiles de alta costura, ballet ruso, conciertos; ski, Italia, Israel, Francia, Creta... La feria de las flores en Chelsea, recaudar fondos para las sufraguistas en el Albert Hall.
Carlyon Mason-Mc Farlane era uno de los dos hijos varones de una familia cercana, y dos años menor. Buenos amigos, Carlyon seguía la carrera militar, y al salir de la prestigiosa Sandhurst, obtuvo destino en la India. Era 1911: pasó con Gertrude y su madre su última tarde en Londres. Ese año fue el de su visita a Egipto, con su madre.
Fuente imagen: Colección Enrique Barrie Zafra (Londres, agosto 1911)
La vida continuaba igual para ella, rechazo de propuesta de matrimonio incluida, porque "mi corazón estaba con Carlyon, aunque de una forma nada posesiva".
A finales de julio de 1914, Gertrude visita a los MacFarlane en Escocia, como en otras ocasiones. 
Ella y Carlyon pescan en el río Conan. Conscientes, como mucha gente, de que la guerra era cuestión de días. Carlyon sería asignado a la fuerza expedicionaria británica, y lucharía en el Marne y Aisne.
En diciembre, una tarde se presenta por sorpresa en el piso de Londres de los Caton-Thompson. Gertrude, su madre y su tía acababan de cenar. Cuando se quedan solos, le confiesa a Gertrude “su profundo pesimismo acerca del desarrollo de la guerra. El ejército alemán era superior al británico en todos los aspectos (…), los comandantes ingleses estaban desorientados y no se entendían con los franceses…"
Nada hace pensar que Gertrude se sintiera especialmente inclinada a complacer el mandato social de contraer matrimonio, destino  único y aspiración de la mujer de la época.
Era otra cosa. Gertrude estaba enamorada. 
Pero, de acuerdo con sus códigos y convenciones, ninguno había dado muestras de sus sentimientos, y le impedían tomar la iniciativa. Coincidirían alguna que otra vez, envueltos en la amistad; pero Gertrude , además, parece hecha de otra "pasta", anteponiendo lo general a lo privado, las circunstancias del otro a lo personal, postura poco corriente en nuestro mundo actual, tan caprichoso, acelerado, "lo quiero y lo quiero ya". Escribió: "“ni la más mínima sospecha que le pueda distraer de su deber.”
En 1916, trabaja como voluntaria en la cantina del Woolwich Arsenal para los trabajadores de las fábricas de municiones, y se las arregla para cruzar a la Riviera francesa, donde arqueólogos franceses buscan restos paleolíticos, aceptándola como pinche de cocina.
Carlyon está “a salvo” en Egipto.
En septiembre de 1916, Carlyon, en el extremo occidental del desierto de Libia, sale con una patrulla de cuatro hombres hacia el oasis de Baharia, un área sin cartografiar al oeste del Nilo. Iniciando un reconocimiento a pie, Carlyon y otro oficial desaparecen.
Desnudos y mutilados por hombres de la tribu de los senussi, sus cadáveres aparecieron más de veinte días después pudriéndose sobre rocas.
Sus restos fueron trasladados al cementerio inglés de Minia, a unos 200 km. al sur de El Cairo.
“La muerte de Carlyon me dejó con la sensación de que nada importaba realmente”.
Para ella, carecía de sentido buscarle un sustituto.
Concluida la guerra, en 1919 Gertrude acude como asistente del Ministro de Transportes a la Conferencia de Paz de París, Ministerio en el que había trabajado en diversos puestos.
Sin preocupaciones económicas, todo parecía indicar que su vida continuaría por el mismo camino anterior a la guerra: visitar amigos, caza, golf, vacaciones… Pero en 1921 se inscribe en un curso de arqueologia prehistórica del University College de Londres. Aprende a investigar, estudia árabe. Flinders Petrie, una leyenda de la egiptología, es uno de sus profesores.
Escribe: “Tenía poco contacto social con gente ajena a la arqueología”
Se incorpora a una excavación en Abydos, Alto Egipto, donde se encuentra Petrie, entre 1921 y 1922. El desierto de Baharia distaba unos 250 Km. 
Prosigue en la British School of Archaeology hasta 1926.
Excavando tumbas neolíticas en Malta (1921, 1924), conoce a la que será su mejor amiga, Dorothy Hoare.
En Qau y Badari (1924-1925), descubre el poblado predinástico de Hammamia. Virginia Nicholson ("Ellas solas", Turner), nos refiere los usos y costumbres de Gertrude: “En Qau, Egipto, Gertrude dormía en una tumba de la novena dinastía que compartía con una familia de cobras: “El cocinero se ofreció a matarlas, pero me negué; ellas habían llegado antes y, posiblemente, sus antepasados ya vivieran allí desde hace mucho”. Reservaba sus temores para las hienas, y siempre dormía con una pistola bajo la almohada.”
Y recoge Alberto Navarro, en su excelente blog http://badariense.blogspot.com.es: 
"Fue la arqueóloga inglesa, Gertrude Caton-Thompson la que proporcionó la descripción mejor documentada de uno de los sectores de hábitat de la cultura badariense (Brunton y Caton-Thompson, 1928: 69 y ss.). Fue en la zona de el-Hemamieh donde se desarrolló un trabajo pionero en aquellos tiempos, Caton-Thompson llevó a cabo una excavación que demostró, en base a la secuencia estratigráfica, que la cultura Badariense era anterior a la cultura predinástica más antigua conocida en aquel momento, el Amratiense. Fue la primera excavación estratigráfica llevada a cabo en Egipto. Desde febrero de 1924 hasta marzo de 1925 Caton-Thompson puso en evidencia una secuencia de ocupación continua desde el Badariense hasta el Guerzeense".


Con el apoyo de la British School of Archaeology y el Royal Anthropological Institute, comienza en 1925 su propia excavación en el desierto de Fayum, otro de los grandes hitos de su carrera, que el egiptólogo Gerald Wainswright consideraba "comparable al descubrimiento de la tumba de Tutankhamon por parte de Carter".

Restos del Gran Zimbabwe

Posteriormente se centraría en las ruinas monumentales de Zimbabwe y el Templo de la Luna en Hadhramaut, sur de Arabia.


Gertrude necesitaba ilustrar su "The Desert Fayoum", y eligió a Mary Nichol, que se formaría con ella acompañándola en varias campañas. Fue así como la conoció Louis Leakey. Se casarían en 1936, formando una familia emblemática de la paleo-antropología en el estudio de homínidos que recorrería la Garganta de Olduvai, al norte de Tanzania y desenterraría un cráneo de Proconsul africanus en octubre de 1947.
Fallecido Louis, Mary Leakey continuó en Olduvai y descubriría las huellas de Letoli, pasos de un nuevo bípedo dejadas en la ceniza volcánica hacía casi cuatro millones de años. Su hijo Richard continúa la leyenda, junto con su esposa Maeve y su hijo Louise, con hallazgos como el Niño de Turkana

Fueron muchos los reconocimientos y cargos que Gertrude Caton-Thompson recibió y desempeñó en universidades e instituciones. 

Cuando, pasados los cincuenta años, su fortaleza física se resintió, decidió concluir sus viajes de trabajo e instalarse en Worcestershire con su amiga Dorothy Hoare y su marido, Toty de Navarro, también arqueólogo y especialista en Prehistoria europea: Gertrude describía a Dorothy como el “principal motivo de mi vida”, y “disfrutaba del ingenio, la inteligencia y la generosidad de Toty”. Con noventa y cinco años, Gertrude redactó sus memorias. 
Virginia Nicholson, muy acertadamente, constata: “Misteriosamente (…) los huesos y los diminutos fragmentos de la prehistoria africana  cobraron (…) una importancia fundamental para Gertrude.  Había experimentando en su propia piel que la muerte es el final y los que se van son irreemplazables, pero dedicaría su carrera a resucitar respetuosamente a los muertos y a entender su pasado".


Huele a marzo, mes de mujeres, a cosas maravillosas.
Escribid poemas, aunque sea sin palabras.

Fuentes:
"Ellas solas. Un mundo sin hombres tras la Gran Guerra". Virginia Nicholson. Turner, 2008.
http://badariense.blogspot.com.es/2011_05_01_archive.html. Blog de Alberto Navarro.
Wikipedia

lunes, 17 de febrero de 2014

En memoria de Margarita Moreno

Una madrugada como ésta, de domingo a lunes, hace un año, Margarita falleció de repente, sin que pudiéramos hacer nada. 
Éste es el texto que su hija mayor leyó, tras el funeral:
"Lo primero de todo es daros las gracias, en su nombre, por estar aquí.
Esta es una breve reflexión que mi hermana y yo dedicamos a nuestra madre y que queremos compartir con vosotros.
Ninguna de las dos podríamos haber imaginado tener una madre mejor, ni su nieto una mejor abuela.
Siempre fue una mujer dedicada a nosotros y nos educó, junto a mi padre, en unos valores de honradez, trabajo y esfuerzo. Jamás vimos, en ninguno de ellos, ni envidias ni maledicencia. Supo hacer suya a la familia de mi padre, por la que siempre tuvo un gran cariño.
Mi madre, además, demostró ser una mujer excepcional por ser capaz de tener una acogida maternal con nuestros dos hermanos, nuestros amigos y aquellas personas con las que, en un momento u otro, mi hermana y yo decidimos compartir nuestra vida. Como solía decir “algunos no me entienden, pero yo duermo muy tranquila”. Para todos tenía siempre una sonrisa y una palabra cariñosa.
Honró y amó a sus padres y a su suegra, a la que quiso como una segunda madre y que la ayudó tanto con nosotras dos, pudiéndose decir que nos criaron “al alimón”; se desvivió por sus hermanos y fue una tía muy querida por sus sobrinos. 
Amó y nos hizo amar los libros, “su Madrid”, el tapeo y el Museo del Prado al que nos arrastró varias veces, además de acompañarme la primera vez que yo llevé a mi hijo. Sin olvidar su espléndida mesa en la que tanto disfrutaba cuando conseguía reunirnos a todos.
Fue una mujer de sólidas creencias religiosas, por eso le dedicamos este homenaje póstumo en la parroquia a la que acudía todos los domingos y días de precepto. Solía decirnos: “Menos mal que estoy yo aquí para rezar por todos, panda de descreídos”.
Ayer una amiga me dijo ”Veinte años después en V[...] aún se habla y se recuerda a tu padre”. Veinte años más y se acordarán y hablarán de los dos.
Porque los dos fueron simplemente, y no es poco en los tiempos que corren, dos buenas personas".

No recuerdo una crítica. No recuerdo una mala palabra. Me sorprendía su sentido de lo justo, su preocuparse exclusivamente por lo que de verdad importa. Conocía la realidad de la vida mucho más de lo que expresaba. Tenía convicciones pero no ideas fijas ni postulados incomprensibles. 
Siempre me sorprendió su calidez y aceptación. Nunca me sentí extraña en su casa, y echo de menos su presencia y nuestras largas conversaciones, que en mi inocencia creía que se repetirían casi a través de los siglos. Creo que le habría gustado este blog, y que me habría hecho sudar con sus interesantes y cultas aportaciones.
Sus flores preferidas eran las margaritas y nosotros.

sábado, 15 de febrero de 2014

Zenobia traduce a Rabindranath (2)

"60. En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. El cielo infinito se encalma sobre sus cabezas; el agua, impaciente, se alborota. En las playas de todos los mundos, los niños se reúnen, gritando y bailando.
Hacen casitas de arena y juegan con las conchas vacías. Su barco es una hoja seca que botan, sonriendo, en la vasta profundidad. Los niños juegan en las playas de todos los mundos.
No saben nadar, no saben echar la red. Mientra el pescador de perlas se sumerje por ellas, y el mercader navega en sus navíos, los niños cojen piedrecillas y vuelven a tirarlas. Ni buscan tesoros ocultos, ni saben echar la red.
El mar se alza, en una carcajada, y brilla pálida la playa sonriente. Olas asesinas cantan a los niños baladas sin sentido, igual que una madre que meciera a su hijo en la cuna. El mar juega con los niños, y, pálida, luce la sonrisa de la playa.
En las playas de todos los mundos, se reúnen los niños. Rueda la tempestad por el cielo sin caminos, los barcos naufragan en el mar sin rutas, anda suelta la muerte, y los niños juegan.  En las playas de todos los mundos, se reúnen, en una gran fiesta, todos los niños."      Ofrenda lírica
Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez se conocieron en el verano de 1913.
Provoca una sonrisa casi cómplice la urgencia de Juan Ramón en concertar una cita con Zenobia:
"Querida Zenobia, antes, cuando volvía a casa, me encontré con el director de «La Lectura» (…) Le he propuesto una traducción del libro de Tagore que esta tarde me ha enseñado usted [The Crescent Moon]. Ha aceptado. De modo que ya sabe usted que hemos de traducirlo… ¿Cuándo podríamos empezar? ¿El Jueves? ¿A qué hora?" (citado por Soledad Gónzález Ródenas, «Mío y de Zenobia” o “de Zenobia y mío” dos formas de traducir con Juan Ramón». Simposio Universidad Internacional de Andalucía).
Zenobia Camprubí Aymar nació el 31 de agosto de 1887 en Malgrat de Mar, Barcelona, en la calle del Mar. Su padre, Raimundo Camprubí, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, había sido destinado por el Gobierno español a Puerto Rico; allí se casaría con Isabel Aymar Lucca en 1879, en la ciudad de Ponce.
Emparentadas con las más destacadas familias americanas, tanto su madre, Isabel Aymar, como su abuela, Zenobia Lucca, se habían educado en los mejores colegios de Estados Unidos. Zenobia hablaba español, inglés y francés. Vivió con su abuela hasta los 8 años, en el Paseo de Gracia, en el piso contiguo al de sus padres, y ella la inició en la lectura y en el aprendizaje de las lenguas. Fallecida su abuela en 1895, al año siguiente viaja por primera vez a Estados Unidos. 
Su salud era delicada, y por indicación médica, vivirán en Sarriá, donde pasa la época más feliz de su infancia. Destinado el padre a Valencia, sus padres se separan en 1905, y madre e hija se trasladan a Newburgh, Nueva York. Allí pasaron cinco años decisivos para su formación, y se mueve en los círculos más distinguidos de Nueva York y Washington. Entra en contacto con el feminismo estadounidense, viaja sola, lee a los clásicos españoles, se interesa por la obra de Rabindranath Tagore. En Columbia, Nueva York, estudia literatura inglesa, hasta que su madre decide regresar a España. 
Será en Madrid, en una conferencia de Bartolomé Cossío en la Residencia de Estudiantes, donde sus amigos, los Byne, le presentan a Juan Ramón Jiménez. "Juan Ramón se enamoró perdidamente de ella". A pesar de la oposición familiar, se casarían el 2 de marzo de 1916 en la iglesia católica de St. Stephen, en N. York. En 1917 recorren España en automóvil, que conduce ella.
El 31 de julio de 1915 habían publicado conjuntamente, con gran éxito, la primera traducción de una obra de R. Tagore: "La luna nueva". Zenobia traduciría la parte más significativa de los trabajos del autor bengalí, y realizaría la adaptación y puesta en escena de su teatro [Imagen de la izquierda: Retrato de Joaquín Sorolla]

Aunque mayoritariamente se considera que los dos trabajaban conjuntamente en la traducción de Tagore, Emilia Cortés Ibáñez, en su ponencia "Zenobia Camprubí, una vida hacia Juan Ramón" (2006), defiende que "el corazón de la traducción era Zenobia, Juan Ramón recreaba".
En este sentido, señala Beatriz Ledesmas: "una de las mayores pruebas de la relevancia de la labor de Zenobia como traductora de las obras de Tagore fue el hecho de que el Nobel bengalí le cediera en exclusiva los derechos de la traducción de sus obras al castellano".

Los versos de Tagore "son un ejemplo de religiosidad laica, desprendidos de la ortodoxia hindú y en cambio amarrados a la idea poética, a una conciencia casi lingüística de dios, a la identificación de la deidad con el poeta" (Agus Morales Puga).
En su correspondencia con Zenobia, hay constancia de la intención de R. Tagore de visitar España, aunque finalmente el viaje no se llevaría a cabo.
[En 1923, en su casa de la calle Lista nº 8, Madrid]



La Academia sueca comunicó oficialmente, el 25 de octubre de 1956, la concesión del Premio Nobel de Literatura a Juan Ramón Jiménez. Zenobia Camprubí lo supo unos días antes; mortalmente enferma, ingresada en la Clínica Mimiya de Santurce, Puerto Rico, la Academia accedió a adelantarle la noticia confidencialmente, al tanto de la gravedad de las circunstancias.
Zenobia fallecería el 28 de octubre; Juan Ramón, en mayo de 1958.
Ambos están enterrados en el Cementerio de Jesús en Moguer, Huelva.


"y 85. Tú, que no sé quién eres; tú, que lees estos versos míos que tienen ya cien años, oye:
No puedo ofrecerte una sola flor de todo el tesoro de la primavera, si una sola luz de estas nubes de oro. Pero abre tus puertas y mira; y coje, entre la flor de tu jardín, el recuerdo oloroso de las flores que hace cien años murieron.
¡Y ojalá puedas sentir en la alegría de tu corazón la alegría viva que esta mañana de abril te mando, a través de cien años, cantando dichosa!"   El Jardinero, 1913

Who are you, reader, reading my poems an hundred years hence?
I cannot send you one single flower from this wealth of the spring, one single streak of gold from yonder clouds.Open your doors and look abroad. From your blossoming garden gather fragrant memories of the vanished flowers of an hundred years before.
In the joy of your heart may you feel the living joy that sang one spring morning, sending its glad voice across an hundred years.


Fuentes:
"La luna nueva. El Jardinero. Ofrenda Lírica". Rabindranaz Tagore. Traducción de Zenobia y Juan Ramón Jiménez, según el texto inglés, escrito o revisado por el propio autor. Alianza Editorial. 1989.
Fundación Zenobia - Juan Ramón Jiménez:
Luis Antonio de Villena. "Recuerdo lírico de Tagore". El Mundo, 11/12/2013:
http://www.elmundo.es/cultura/2013/12/11/52a7c5d163fd3d70578b4571.html
"Recuerdos de Tagore" (PDF). Beatriz Ledesma Fernández Castillejo. Universidad Autónoma de Madrid.
Tesis doctoral (PDF) de Agus Morales Puga: "La poesía última y la pintura de Rabindranath Tagore como embriones de la Modernidad india". Universitat Autònoma de Barcelona (2012):
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/96702/amp1de1.pdf?sequence=1

miércoles, 5 de febrero de 2014

¿Trescientos? ¡Más de 300!

No os preocupéis, que no voy a gritar: "¡Espartan@s"!
Sólo quiero agradecer a tod@s el apoyo que dáis a este blog, leyéndolo o visitándolo, con vuestros comentarios o "+1".
He podido escribir con libertad sobre un puñado de jóvenes poetas que representan a una gran generación horriblemente diezmada, que me enganchó hace unos años. Todos ellos (Owen, Graves, Sasson, Sorley, Rosenberg, Blunden,...) serán recordados muy especialmente durante estos próximos cuatro años, cuando se conmemora el centenario de esa primera Gran Guerra, junto a otros jóvenes artistas alemanes, franceses, austriacos y de otras nacionalidades que voy conociendo. 
Disfruto con sus ideales y las Vanguardias que les rodearon, y tantas cosas.
En estos cien años, la guerra y el conflicto se han ido transformando, y no es nuevo decir que estamos en otra crisis. Pero hoy no vamos a recordarla durante este minuto.
Me habéis invitado a comunidades que casi no puedo ni visitar por falta de tiempo (y algún problemilla ocular), como imagino que os ocurre a la mayoría. Para mí siempre es un halago, especialmente cuando hay poetas de por medio. El blog ya es otra parte de nuestras vidas, y el tiempo siempre es insuficiente.
De estos comienzos han pasado ya más de seis meses, en los que he vivido momentos muy gratos, y he mejorado mi disciplina, qué remedio.
Sé que hay mucha gente que cuenta a sus seguidores por diez miles, y que algunos -no todos- de los que yo sigo con admiración pasan de los mil, de los tres mil. Pero para mí, "trescientos" sois muchísimos, mucho, muchísimo.
¡Gracias!

Y no olvidéis escribir hermosos poemas, aunque sea sin palabras...

sábado, 1 de febrero de 2014

Rabindranath Tagore, Premio Noble de Literatura 1913. Un viaje (1)


69. Sonreíd, amigos, si queréis, porque persigo al ciervo dorado; pero yo seguiré y seguiré detrás de esta visión que me escapa.
A través de montes y valles, por tierras sin nombre, correré y correré detrás del ciervo dorado.
¡Venid vosotros, en buen hora, al mercado, y volved cargados a vuestros hogares! A mí, no sé dónde ni cuándo, me ha cojido el hechizo de los vientos sin guarida.
Cuanto tenía lo dejé caer en mi carrera. ¡Sólo me queda mi corazón libre!
¡Y montes y valles, y tierras y tierras sin nombre, huyen de mí, que persigo sin fin al ciervo dorado! 
Entre los trece hermanos de Rabindranath Tagore se encontraban poetas, músicos y filósofos, como Dwijendranath y Jyotirindranath, y una novelista de éxito, Swarna Kumari Devi. 
"Una gran ventaja que yo disfruté en mis días juveniles fue el ambiente literario y artístico que invadía mi casa", evoca en sus "Recuerdos"(Recollections), traducido por Zenobia Camprubí.
El ascenso de la familia bramán Tagore se inició durante el siglo XVI, consolidándose durante el Renacimiento bengalí, en el XIX. Su padre, Debendranath, fue una figura influyente en el movimiento social y religioso Brahmo Samaj.
Rabindranath -el adolescente Rabi- le retrata magistralmente en estas memorias; quizá como un padre algo distante hasta su adolescencia, pero también casi como a un mito, un hombre de grandes cualidades, al que describe con admiración. 
Así le recuerda con motivo de un viaje que realizaron juntos a unas propiedades en el Himalaya, y que supuso unos meses de convivencia entre padre e hijo: "... fui un día llamado a comparecer ante mi padre que me preguntó si me gustaría ir con él a los Himalayas (...) ¿Que si me gustaría? ¡Ay, si hubiera yo podido desgarrar el cielo con gritos de alegría...!"
"Mi padre era muy cuidadoso (...) Le disgustaba dejar las cosas en el aire, sin determinar, y nunca permitía el desaliño ni el hacer las cosas para salir del paso. El tenía un código bien definido para regular sus relaciones con los demás, y las de los demás con él (...) No era tanto el grado de decoro lo que le preocupaba como la falta de formalidad en llegar a la medida esacta".
"Anochecía cuando llegamos a Bolpur (...) lo único que me rodeaba era el azul del horizonte que la diosa que preside estas soledades había trazado alrededor de ella (...) En uno de los barrancos descubrí una cuenca llena de agua de manantial que rebosaba en un arroyo y en donde disfrutaban pececillos batallando corriente arriba (...) -¿No podríamos traer de ella nuestra agua para bañarnos y beber? -Muy bien pensado -asintió (...), y dio orden de que trajeran nuestro provisión de agua de aquel manantial." 
Tenía once años.
"Me acuerdo de la época en que, más tarde, fui yo nombrado administrador de la propiedad y tenía que poner ante mi padre, debido a que se le estaba acabando la vista, un estado de cuentas (...) Si yo intentaba pasar de prisa por encima o apartar de su vista cualquier renglón que yo temía no le gustase, era seguro que no lo conseguía".

En 1913, con cincuenta y dos, recibe el Premio Nobel de Literatura. Para entonces, su mujer y dos de sus hijos ya habían fallecido.
The Nobel Prize in Literature 1913 was awarded to Rabindranath Tagore "because of his profoundly sensitive, fresh and beautiful verse, by which, with consummate skill, he has made his poetic thought, expressed in his own English words, a part of the literature of the West".
Sí: se le concedía por  la profunda sensibilidad, originalidad y belleza de su poesía. Era ya una parte de la literatura de Occidente.
William Rothenstein pintó una serie de cuadros sobre el poeta en 1912, durante un viaje a la India en el que le visitó en la casa familiar de Jorasanko, Calcuta (actual Kolkata). Británico de nacimiento, formado en la Slade School of Fine Art, siguiendo en París, su paso por la Primera Guerra Mundial no estuvo exento de graves percances personales, debido a sus orígenes alemanes.
Rabindranath no acudió a Estocolmo. Pero su telegrama fue leído durante el banquete de los Premios, el 10 de diciembre,  en el Grand Hôtel:
I beg to convey to the Swedish Academy my grateful appreciation of the breadth of understanding which has brought the distant near, and has made a stranger a brother. ("Ruego se exprese a la Academia sueca mi profundo agradecimiento por su amplia comprensión que ha traído cerca lo lejano, y ha convertido a un extraño en un hermano.")
Pero sigamos con ese viaje de sus once años de edad, alrededor de 1872: "Mi padre había marcado sus versos favoritos en su ejemplar del Bhagavadgita. El me pidió que se los copiara, con su traducción. En casa yo había sido un chiquillo sin importancia, pero allí, cuando se me confiaron estas importantes funciones, sentí la gloria de mi situación (...) Salimos de Bolpur, y con cortas pausas (...) nos detuvimos, al fin, en Amristsar".
En 1919, con la Tercera Guerra Anglo-Afgana, la situación en el Punjab comenzó a deteriorarse rápidamente, y muchos oficiales del Ejército británico creían que era posible una revuelta.
En Amritsar, el 13 de abril se reunieron más de 15.000 personas en el Jallianwala Bagh (el Jardín Jallianwala) durante la celebración del festival de Baisakhi de la comunidad Sij, aunque también asistían hindúes y musulmanes
Sin avisar previamente a la multitud para que se dispersara, el Brigadier General Reginald Dyer bloqueó las salidas principales y ordenó que se disparase sobre las zonas con mayor número de asistentes. El fuego duró aproximadamente diez minutos. Algunas fuentes calculan que se usaron unos 1.600 proyectiles.
Las fuentes oficiales hablaron de 379 muertos, en un primer momento; la investigación
realizada por el Indian National Congress calculaba unos mil. Los detalles no se conocieron en Gran Bretaña hasta diciembre.
Tanto el Secretario de Estado para la Guerra, Churchill, como el anterior Primer Ministro Asquith ("una de las mayores atrocidades de nuestra historia"), condenaron esta actuación. Winston Churhill, en su intervención en la Cámara de los Comunes en julio de 1920, hablaba de "la multitud estaba desarmada (...) No atacaban a nadie ni a nada..."
Rabindranath Tagore había sido nombrado Caballero por Jorge V en 1915; pero al conocer estos hechos a finales de mayo, decidió renunciar a esta distinción como "un acto simbólico de protesta".
Monumento conmemorativo en el Jardín Jallianwala 
El Gobierno de la India había formado una Comisión de Investigación en octubre. Dyer seguía creyendo que la multitud era "rebeldes que intentaban aislar a mis fuerzas y cortarme otros suministros. Por lo tanto, consideré que era mi deber dispararles". 
Agotado por interrogatorios, la prensa y la hostilidad de muchos miembros del Parlamento, Dyer finalmente fue hospitalizado por ictericia y arteriosclerosis. Moriría en 1927. El Asistente del Gobernador del Punjab, Michael O'Dwyer, que había aprobado la intervención de Dyer, sería asesinado en Londres por un testigo de los sucesos de Amritsar en 1940.
El informe de la Comisión concluiría, entre otros puntos, que no había habido ninguna conspiración para derrocar el gobierno británico en el Punjab, y que Dyer había sobrepasado los límites de su autoridad.

"El templo dorado de Amristsar se me apareció como un sueño. ¡Cuántas mañanas he acompañado a mi padre a este Gurudarbar de los Sikhs en medio del lago! Allí suena de continuo el cántico sagrado. Mi padre, sentado entre la multitud de los fieles, añadía a veces su voz al himno de alabanza, y viendo que un estraño se unía a sus devociones, ellos se ponían entusiasmadamente cordiales y volvíamos cargados de las ofrendas santificadas de cristales de azúcar y otros dulces".
El 14 de octubre de 1997, la Reina Isabel II visitó Jallianwala Bagh y guardó unos segundos de silencio en señal de respeto. Durante la vista al Monumento, se descalzó y depositó una corona de flores.
Casa de la familia Tagore (Jorasanko Thakur Bari), al norte de Calcuta, campus de la Universidad Rabindra Bharati. Actualmente, Museo de Tagore.
Rabindranath Tagore falleció en la casa familiar de Jorasanko, donde había nacido, el 7 de mayo de 1941.
El Premio Nobel de la Paz de 1913 había sido concedido a Henri La Fontaine, como "verdadero líder del movimiento popular de la paz en Europa (...) Entró en el Senado [belga] en 1895 y ha estado trabajando por la causa de la paz desde 1889 (...) Es uno de los mejor informados (...), y su iniciativa y energía han hecho mucho para promover el movimiento internacional por la paz, particularmente en las conferencias de la paz e interparlamentarias de años recientes"Discurso de presentación de Presentation Speech by Ragnvald Moe, Secretario del Comité Nobel, 10 de diciembre de 1913.
No habría otro Nobel de la Paz hasta 1917; le correspondió al Comité Internacional de la Cruz Roja.

Fuente y enlaces
sobre la doctrina Brahmo Samaj: 
http://es.wikipedia.org/wiki/Brahmo_Samaj
"Recuerdos". Rabindranath Tagore. Traducción de Zenobia Camprubí. Plaza & Janes, S.A., Editores. 1961.
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http://clubliterariorabindranathtagore.blogspot.com.es/2011/10/breve-biografia-de-rabindranath-tagore.html
http://india.viaje.ws/jorasanko-thakur-bari-la-casa-de-la-familia-tagore/