lunes, 31 de julio de 2017

Siegfried Sassoon: "Statement" de un poeta



El 31 de julio de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, se publicaba en el London Times la declaración de un oficial de permiso:

“Realizo esta declaración como un acto de desafío voluntario a la autoridad militar, porque creo que la guerra se está prolongando deliberadamente…”

Era el mismo texto que había leído un miembro del Parlamento británico en la Cámara de los Comunes el día anterior:
“… una guerra de defensa y liberación que se ha convertido ahora en una guerra de agresión y conquista…” 

El oficial provenía de una familia acaudalada de Kent,  acostumbrado a la vida en el campo, al criket (jugaría con Arthur Conan Doyle años después) y a la caza; había estudiado dos años de Historia en el Clare College, en la Universidad de Cambridge, marchándose sin graduarse.

El oficial era, sobre todo, un poeta.
Su nombre: Siegried Loraine Sassoon.

“He visto y padecido el sufrimiento de las tropas, y no puedo continuar formando parte de su prolongación (…) Protesto contra los errores políticos y falsedades  por los que los  que combaten están siendo sacrificados…”

Siegfried Sassoon. Fotografía de G. Charles Beresford, mayo 1915.

Sassoon era admirado por esas tropas, por su dedicación y preocupación, y también por su valor, que rayaba en la contrafobia: le apodaban “Mad Jack”, pues eran frecuentes sus acciones arriesgadas y en solitario, especialmente si caía algún soldado de su pelotón.

En noviembre de 1915 había sido enviado al frente francés; ese mismo mes, su hermano Hamo moriría en la Campaña de Gallipoli y, a lo largo de la guerra, perdería al menos a dos de sus mejores amigos.

Con su hermano Hamo en la Universidad de Cambridge (1906)

En sus memorias ficcionadas, Siegfried Sassoon nos relata su gran amistad con Robert Graves, describiéndole bajo el nombre de “David Cromlech” de un modo ameno y entrañable. 

Graves era en ese momento un hombre muy joven de aspecto desaliñado y sin embargo aparentemente pedante, del que desconfiaban los demás oficiales por su inteligencia, que iba asegurando que Homero había sido una mujer; según escribe en sus memorias (“Adiós a todo esto”), se había alistado porque le atemorizaba su entrada en Oxford.

Siegfried Sassoon and Robert Graves, septiembre de 1920
Fotografía de Ottoline Morrell © National Portrait Gallery
[Ottoline Morrell, Bertrand Russell y John Middlenton Murray influyeron en la redacción del statement]


La declaración de Sassoon concluía:
“… También creo que [mi protesta] pudiera ayudar a destruir la insensible  complacencia con que la mayoría de aquellos que desde casa [Gran Bretaña] contemplan la continuación de  tribulaciones que no comparten…”

Siegfried Sassoon era muy consciente de que tras este escrito le esperaba un severo tribunal militar.

A finales de julio, Robert Graves recibía por correo una copia de la declaración, enviada por Sassoon:
“Esta lectura me sumió en un estado de ansiedad y de desdicha (…) Siegfried no estaba en condiciones físicas apropiadas para sufrir el castigo que su carta implicaba, es decir, ser juzgado por un tribunal militar, degradado y encarcelado (….) Era una maldad que él tuviera que sufrir las consecuencias de su carta después de sus experiencias en el Cuadrángulo y en Fontaine-les-Croiselles. También advertí la inutilidad de aquel gesto. Nadie seguiría su ejemplo, ni en Inglaterra ni en Alemania. La guerra continuaría hasta que una de las partes lograra aniquilar a la otra.”

Robert Graves encaró la situación con rapidez y realismo.
Sus contactos con un conocido, secretario privado de un ministro del Gobierno y una inteligente estrategia, que incluía impedir la publicación de comentarios sobre el statement y escribir al segundo comandante del batallón “más humano” que el coronel jefe, que “no había estado nunca en Francia”, con la sugerencia final de que Sassoon “debía ser internado en un hospital con una licencia por tiempo indefinido.”

Sassoon le escribió desde Liverpool: se había presentado a su coronel, encontrándose con el “segundo” y un inesperado recibimiento “decente”… Su caso ya lo conocía el general correspondiente, que estaba “consultando con Dios, o con alguien parecido”.

El ministro, con cuyo secretario privado se había puesto en contacto Graves, aconsejó al Ministerio de la Guerra que no tratarse el asunto como “disciplinario”, sino que sometieran a Sassoon “a una comisión de médicos”.

No sin discusiones e insistencias, Graves lo consiguió:  “Sin poder negar cuán enfermo estaba, Siegfried consintió en presentarse ante la comisión médica”

Piccadilly Circus, Londres, 1912

"Piccadilly Circus at Night". Acuarela de A. Henry Fullwood (1863-1930)

Pidió permiso para poder testificar como amigo del paciente:
“Mencioné las alucinaciones de Siegfried: los cadáveres tendidos en Picadilly (…) Mi sistema nervioso se hallaba en un estado casi semejante al de Siegfried; lo que hizo que estallara tres veces en sollozos durante mi declaración…”
El capitán de la comisión médica, “especialista competente en enfermedades nerviosas”, “resultó ser un famoso psiquiatra de Harley Street, se portó muy bien. Cuando salía, me dijo: -Joven, usted también debería presentarse ante esta comisión.”

Robert Graves fue designado para escoltar a su amigo “hasta un centro de reposo para neurasténicos situado en Craiglockhart, cerca de Edimburgo: “aquello nos pareció una gran broma, especialmente cuando perdí el tren, y él tuvo que presentarse (…) sin mí.”
Siegfried volvería al frente unos meses después, desestimando como muchos de los oficiales un destino militar “en casa”.

Pero antes, en Craiglockhart conocería a Wilfred Owen, contribuyendo al crecimiento poético y personal del poeta que sería emblema de esta generación; y comenzaría a escribir “la terrorífica serie de poemas (…) que publicaría al año siguiente bajo el título de Contraataque.”



Referencias
Imagen de cabecera: Oleo de Glyn Warren Philpot, 1917. Fitzwilliam Museum.

Enlace a la declaración de Siegfried Sassoon (en inglés):

Graves, Robert. “Adiós a todo eso”. Traducción de Sergio Pitol. El Aleph Editores, 2002. Edición original: Jonathan Cape, 1929.

Sassoon, Siegfried. “Memorias de un oficial de infantería”. Traducción de Mirta Rosenberg. Turner, 2002. Primera edición en inglés: Faber and Faber Limited, 1930.

Enlace a la colección “A. Henry Fullwood”, del Australian War Memorial:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar esta entrada. Se publicará en breve.