No es Amor, que juguetea caprichoso con las flechas de juguete, con el arco coqueto. No, este dios es aterrador, astuto y salvaje, un animal de presa, un cazador implacable. También, sin duda, es un bufón y un comediante, siempre dado a las mascaradas y los juegos de manos..."
Los seis hermanos Mann y su madre, Katharina, 1919. De izquierda a derecha: Monika, Golo, Michael, Katharina, Klaus, Elisabeth y Erika.

Su pedagogía partía de la premisa de que el hombre es fundamentalmente bueno o, al menos, es asequible a la bondad. La labor de educador, tal como la entendía (...) consistía en fortalecer y desarrollar en cada individuo las buenas cualidades inmanentes en él, su código particular (¡sé el que eres!), y al mismo tiempo inculcarle su dependencia del colectivo, su responsabilidad con la comunidad (...)
Entre mis compañeros se contaban los hijos del dirigente comunista francés Marcel Cachin, los hijos de emigrantes rusos, que alardeaban de su parentesco con los Romanov, el hijo de un actor berlinés famoso, una chica griega de una gracia extraordinaria, varios hindúes, una italiana de radiante belleza (...), los vástagos de magnates del café holandeses, de científicos chinos y banqueros americanos".
"Yo tenía dieciséis años [1922]. Escribía poemas en ritmos libres: "Mi canción de combate", "Mi canción de amor", "La canción de la estupidez", "La canción de la belleza", "La canción sobre mí mismo". Los cursos no me interesaban. (No había clases fijas en la Odenwaldschule, sino un sistema de cursos que permitía a cada alumno unirse para cada asignatura a un grupo (...) Paulus, que comprendía mi necesidad de soledad y lectura privada, me dispensaba de muchas clases. Una gran parte del día era para mí mismo, para mis propias divagaciones y meditaciones. Yo aprovechaba el tiempo, tan generosamente concedido. Y leía.
(...) empecé a tomar conciencia de mis propias inclinaciones y necesidades. Encontré a mis maestros, a mis dioses: descubrí mi Olimpo".

Enlace
http://elpais.com/diario/2006/11/25/babelia/1164413838_850215.html
Artículo de Luis Fernando Moreno Claros: "Klaus Mann, a la sombra del padre":
"(...) hijos de las grandes familias cultas y liberales, niños crecidos durante la I Guerra Mundial; jóvenes sin miedo, ansiosos de disfrutar de la vida"
"Uno no se hunde mientras tenga una misión", escribió Klaus".
Fuente
Mann, Klaus. "Cambio de rumbo. Crónica de una vida". Traducción: Genoveva Dieterich y Anton Dieterich, 2007. Alba Editorial, S.L., 2007.
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