Pero antes de vivir y morir en Mallorca, Robert Graves fue un niño que aprendió a boxear para defenderse del acoso de otros niños, escalaba con George Mallory*, su profesor en Charterhouse y amigo, el Snowdon (1.085 metros), en Gales :
"(...) tomábamos un desayuno abundante al aire libre, con una barrica de cerveza antes de dirigirnos a la montaña cerca del mediodía. Snowdon es una montaña perfecta para los alpinistas: sus rocas son sólidas y nada resbaladizas.”
"We used to take a leisurely breakfast and lie in the sun with a tankard of beer before starting (...) Snowdon is a perfect mountain for climbers, its rock being sound and not slippery."
Y continúa relatando en "Adiós a todo eso", sus memorias (editadas prácticamente año tras año, desde su aparición en 1929):
“Acababa de llegar a
Harlech, después de terminar mis estudios en Charterhouse, cuando Inglaterra le
declaró la guerra a Alemania. Un día o dos después decidí alistarme [Reales Fusileros Galeses]. En primer
lugar, aunque los periódicos predecían una guerra de muy corta duración (...), yo esperaba que durara lo suficiente para
demorar mi ingreso en Oxford en octubre, que me parecía algo temible. No había
considerado la posibilidad de que me enviasen al campo de batalla, sino que
esperaba incorporarme a una división que permaneciera en el país en tanto que
las fuerzas regulares eran enviadas al extranjero. En segundo lugar, me sentía
ultrajado al leer la cínica violación de la soberanía de Bélgica, realizada por
los alemanes. Aunque pensaba que el veinte por ciento de los relatos sobre
aquellas atrocidades eran una exageración debida a la situación bélica, aquello no era, por
supuesto, suficiente.”
Os dejo en manos de parte de uno de los poemas de "Fairies and Fusiliers", que he encontrado traducido por Antonio Rivero Taravillo en "Robert Graves, poemas" (Pre-Textos, 2005). Veréis mucho de lo que él vio en esos dos años de guerra.
LEGION (en el original: "An Old Twenty-third Man")
"¿Es la Vigesimotercera, Estrabón, amigo,
ésta que abajo marcha al tiempo que bebemos?"
De la triste magia de su fragante copa
se alzó el viejo centurión rojo de vino.
Maldijo y dio un golpe en la mesa: "No", repuso,
"¡ésa no! La Legión Vigesimotercera ha muerto,
ha muerto en el primer año de esta puta campaña,
la legión ha muerto, ha muerto y ya no se levantará.
(...)que sobrevivimos para ver lo que ha sido de la Legión,
indignos de las armas, sucios, gachos sobre el botín,
refunfuñones, enfermos, torpes ya para clavar o lanzar.
Oh mejilla bronceada, hombro musculoso, firme muslo,
¿qué se hicieron? ¿Dios! Mira con qué desorden va
esa hosca panda de puercos andrajosos!
¿Es ésta la Legión, Graco? ¡Pronto, vino!".
(...)
Todos se esfuerzan, Estrabón; confía en sus corazones
[y manos.
(...)
"IS that the Three-and-Twentieh, Strabo mine,
Marching below, and we still gulping wine?"
From de sad magic of his fragrant cup
The red-faced old centurion started up,
Cursed, battered on the table. "No", he said,
"Not that! The Three-and-Twentieth Legion's dead,
Dead in the first year of this damned campaing -
The Legion's dead, dead, and won't rise again
(...)
Who live to see the Legion come to this:
Unsoldierlike, slovenly, bent on loot,
Grumblers, diseased, unskilled to thrust or shoot".
(...)
"They all try, Strabo; trust their hearts and hands"
(...)
Y no olvidéis escribir poemas, aunque sea sin palabras.
Esther.
* George Mallory fue padrino de boda (best man) de Robert Graves.
Durante la Primera Guerra Mundial, estuvo destinado en la Royal Garrison Artillery.
Escalador experimentado, desapareció entre el 8 y el 9 de junio de 1924 en el Everest (Tibet) junto a su compañero de cordada, Andrew Irvine, a más de ocho mil metros de altura, en la cara N.O., continuando hasta la actualidad la controversia sobre si alcanzaron o no la cima.
El 1 de mayo de 1999, una expedición formada expresamente para localizar ambos cuerpos encontró el cadáver de George Mallory en buen estado de conservación, aunque no fue posible transportarlo.
Con respecto a la muerte de este gran amigo y profesor, escribía Robert Graves en "Adiós a todo eso" (1929):.
"When the war ended, George loved mountains more than ever. His death on Mount Everest came five years later. No one knows whether he and Irvine actually made the last five hundred yards of the ascent, or wheather they turned back, or what happened; but anyone who has climbed with George is convinced that he got to the summit and rejoiced in his accustomed way without leaving himself sufficient reserve of strengh for the descent".
"Cuando acabó la guerra, George amaba las montañas más que nunca. Su muerte en el Everest sobrevino cinco años después. Nadie sabe si él e Irvine recorrieron realmente las últimas quinientas yardas a la cumbre, o si se volvieron, o qué pasó; pero cualquiera que haya escalado con George está convencido de que llegó a la cumbre y se recreó como acostumbraba, sin reservar energías suficientes para el descenso."
Y añade, un poco más adelante, recordando los tiempos de Charterhouse:
"Siempre le llamé por su nombre de pila" ["I always called him by his Christian name"].
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