jueves, 2 de julio de 2015

Poeta con niño

Gabriela Mistral con su hijo Juan Miguel, Yin Yin
Primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura (1945). Su seudónimo literario es un homenaje a dos de sus poetas favoritos, Gabriele D'Anunzio y Frédéric Mistral.

Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria. 

Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos. 


Luis Cernuda, con Rosa Chacel y su hijo Carlos


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala (...)





Vyvyan, el hijo pequeño de Oscar Wilde, sobrevivió a la Primera Guerra Mundial; no así Cyril, el mayor, que murió en 1915 al ser alcanzado por un francotirador alemán. Vyvyan recordaba a su padre como un hombre cariñoso y buen compañero de juegos, que se hacía pasar por un león, un lobo, un caballo...


Me habría sentado en el círculo de mármol donde
          el más viejo bardo es como el más joven,
y la flauta siempre produce su miel, y cuerdas
          de lira están siempre prestas.

Hubiera Keats sacado sus rizos himeneos
          del vino con adormidera,
habría besado mi frente con boca de ambrosía,
          tomado la mano del noble amor en la mía.

Y en primavera, cuando flor de manzano
          acaricia un pecho bruñido de paloma,
dos jóvenes amantes yaciendo en la huerta
          habrían leído nuestra historia de amor.
(...)
He elegido, he vivido mis poemas y, aunque
          la juventud se fuera en días perdidos,
hallé mejor la corona de mirto del amante
          que la de laurel del poeta.


Oscar Wilde. "Flores de Amor". 

Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001.






Rosalía de Castro con su marido, Manuel Murguía, y sus hijos (Alejandra, Aura, Gala, Ovidio y Amara)


No lejos, en soto profundo de robles,
en donde el silencio sus alas extiende,
y da abrigo a los genios propicios,
a nuestras viviendas y asilos campestres,
siempre allí, cuando evoco mis sombras,
o las llamo, respóndenme y vienen.






Wilfred Owen con Arthur Newboult en Leith, Edimburgo (julio, 1917)

La familia Newboult era amiga de Susan, la madre de Wilfred. El poeta se alojó en la casa de esta familia con motivo de algunos encuentros con su madre o durante sus permisos. Con el pequeño Arthur, de siete años, llegó a trabar muy buena amistad, pasando mucho tiempo juntos. También le dedicó poemas, como "Winter song".

No es tan intenso el rojo de unos labios
como el de aquellas piedras que besan nuestros
    muertos.
(...)
como retiembla un cuerpo apuñalado
que cae allí donde parece
que a Dios ya no le importa,
(...)
Corazón, corazón, no has sido nunca
grande como el que recibe un disparo.
Y, aunque tu mano sea pálida,
lo son aún más aquellos que secundan
tu carrera a través de llamas y alaridos.
Puedes llorar, pues no puedes tocarlos.

"Amor mayor". Traducción de Gabriel Insausti.
"Wilfred Owen. Poemas de guerra". Acantilado.


Fuente:
Página web http://amediavoz.com/
(salvo poema de Wilfred Owen).



"Nocturno" Op. 9, No. 2  Andante, interpretado por Maurizio Pollini.

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