sábado, 5 de marzo de 2022

Del objeto a la pregunta, o al revés: Ocho cuadros de René Magritte y "El superviviente".

"Las maravillas de la naturaleza" (1953)


Onírico sin considerarse surrealista, René Magritte nos plantea en sus obras enigmas, jeroglíficos:

Pintar es pensar”.

Arduas labores, esfuerzo y creación.


"El pan de cada día" (1942)


En su libro “La vida de los surrealistas”, Desmond Morris nos presenta el contraste en las pinturas de Magritte entre su “estilo prosaico” y “lo extraordinario del tema del cuadro”:

Todo es real. Mejor dicho, todo menos la relación que se da entre los elementos”.


"Perspectiva: Madame Récamier de David" (1951)



"Fantomas". Carátula  de la película de 1964.

Amante de Fantomas, al que aún se reverenciaba en mi niñez, bien pudieran cuadrar bastantes obras de René Magritte para ilustrar relatos de CF o del género fantástico:

"El mundo familiar", 1958

"El principio del placer" (1937)


"La voz activa", 1951

"Rostro del genio", 1927

Escribe Desmond Morris:

Quienquiera que se esfuerce en hallar significados ocultos en ellos [los títulos de sus cuadros] debe saber que Magritte invitaba a sus amigos surrealistas a pasar la tarde en casa para ver a quién se le ocurrían los títulos más extravagantes y absurdos para las últimas pinturas que había acabado”.


"Los grandes viajes", 1926 (detalle)


Sin embargo, quienes nos hemos encontrado en Internet con su obra titulada “El superviviente”, de golpe, más allá del sentido de la vista, incluso de lo que llamamos intuición, recibimos todo su potente significado.

"El superviviente"


Visité la exposición de Magritte a principios de enero. Empezaba un nuevo año, Rusia aún no había invadido Ucrania.

El título de este blog, -Los árboles invisibles-, viene de un poema de Isaac Rosenberg que nada tiene que ver con guerras.

Poeta, pintor y más cosas, de vida difícil -hasta en las trincheras se metían con él, por su aspecto físico y ser judío (de origen lituano, nacido en Bristol)-, murió en 1918, durante el último año de la Primera Guerra Mundial.

Hoy se le recuerda por ser autor del poema “Amanecer en las trincheras” y un destacado poeta de esas creativas, criminales y desgraciadas décadas; y dos de sus autorretratos cuelgan en la National Portrait Gallery de Londres. Su nombre está inscrito en la Poet’s Corner de la Abadía de Westminster.

Cuando vemos esas fotografías de los cementerios de la Primera Guerra Mundial, muy cuidados, sean pequeños o casi inabarcables para la vista, con sus cientos de cruces ordenadas, nos quedamos con la impresión, la ilusión, de que debajo de cada cruz hay una persona identificada y enterrada.

Pero no es así. Todos estos cementerios son enormes fosas comunes de restos humanos.

René Magritte también vivió los años 20 -los “Locos años Veinte”-, pero del siglo pasado. Isaac Rosenberg no pudo vivirlos.

Nosotros vivimos y viviremos estos nuestros propios años 20. Ya los estamos viviendo.


Enlace a la exposición:
https://www.museothyssen.org/exposiciones/maquina-magritte

Fotografías: Esther González.



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