Una palabra del universo, el mensaje de una sola gota de rocío,
resbaló de la afilada punta de una desconocida hierba.
La creación comienza aquí, apareciendo
en forma de innumerables brotes de ser.
Me encuentro ahora ante un hecho infinitamente antiguo,
una gota de rocío cayendo entre la brisa sobre una piedra.
Guiado hasta aquí, por este hecho sin voz,
la fuente de todas las fuentes.
¡Ah! ¡Por esto ahora encuentro y vivo!
Finalmente, experimento este último punto de encuentro de
nuestros ojos cósmicos.
Un relámpago, en este momento,
despierta el nuevo amanecer de este brote.
Hôgen Yamahata. "Hojas que caen, un brote que surge".
mtm editores, 2005.
Una cuestión, sin ánimo de ofender, de verdad: ese poema no se corresponde con la época a que se refiere tu blog. Es bastante posterior, creo yo.
ResponderEliminarCierto, Carlos; tendría que haberlo encabezado como "Poetas de guardia", que es una pequeña sección donde reproduzco poemas que me gustan, como es este caso.
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar; espero pasarme por el tuyo, de momento aparece que tu perfil no está compartido.
Un saludo¡¡