“2. Todos
tienen derecho a agua caliente, a la calefacción en el invierno y a un tejado.” (Artículo 2 de la Constitución de la República de Užupis, Vilnius, Lituania).
El 1 de abril de
1997, fecha similar en Lituania a nuestro “Día de los Santos Inocentes”, unos
pocos vecinos marcharon, con un cierto aire de parodia, por el deteriorado
barrio de Užupis, en Vilnius, declarando su independencia y la República de
Užupis.
Una república al
lado del río Vilnia o Vilnelé, con su propia bandera (una mano abierta), que
cambia de color según la estación del año; y su propia Constitución, recogida
en más de veinte idiomas en placas a lo largo de la calle Paupio.
“1. Todos
tienen derecho a vivir cerca del río Vilnelé y el río Vilnelé tiene derecho a
fluir cerca de todos.”
El río separa a Užupis de la ciudad. Los primeros puentes se construyeron en el siglo XVI, y entonces su población sera mayoritariamente judía.
Con la Segunda Guerra Mundial, prácticamente toda la población fue asesinada durante el Holocausto, y la posterior ocupación soviética destruyó el cementerio judío. El barrio quedó deshabitado, y muchas de sus casas en malas condiciones.
Con poco más de medio kilómetro cuadrado, en el NE de Vilnius, vivir en él resultaba barato, y ya desde la época soviética muchos artistas comenzaron a alojarse en Užupis.
Tras la independencia de Lituania en 1991, el barrio se revitalizó y se puso de moda, pero sin perder sus señas de identidad, que la hermanan con Christiania, en Copenhague y Montmartre, en París.
Símbolos sexuales coexisten con "El Cristo de los Mochileros"; son frecuentes los dibujos o esculturas de animales, y la sensación del viajero y el turista es que se trata de un lugar diferente y mágico.
Con la Segunda Guerra Mundial, prácticamente toda la población fue asesinada durante el Holocausto, y la posterior ocupación soviética destruyó el cementerio judío. El barrio quedó deshabitado, y muchas de sus casas en malas condiciones.
Con poco más de medio kilómetro cuadrado, en el NE de Vilnius, vivir en él resultaba barato, y ya desde la época soviética muchos artistas comenzaron a alojarse en Užupis.
Tras la independencia de Lituania en 1991, el barrio se revitalizó y se puso de moda, pero sin perder sus señas de identidad, que la hermanan con Christiania, en Copenhague y Montmartre, en París.
Símbolos sexuales coexisten con "El Cristo de los Mochileros"; son frecuentes los dibujos o esculturas de animales, y la sensación del viajero y el turista es que se trata de un lugar diferente y mágico.
"13. Un gato no está obligado a amar a su dueño, pero le debe ayudar en los momentos difíciles."
El viajero y el turista se van a encontrar también con una ciudad en medio de un bosque, que es como te describen Vilnius.
En toda la zona del Báltico domina la taiga, y el amor por la naturaleza.
El viajero y el turista se van a encontrar también con una ciudad en medio de un bosque, que es como te describen Vilnius.
En toda la zona del Báltico domina la taiga, y el amor por la naturaleza.
Nos contaron el
caso de un castor que entró en una escuela infantil. Los niños dejaron de
estudiar y se concentraron en él. Vino la Policía de Animales y se lo llevó. Al
día siguiente, los niños preguntaron a familiares y profesores por el castor,
preocupados por su destino. El revuelo fue tal, que las autoridades tuvieron
que comparecer en televisión asegurando que el animal estaba bien y que no
debían preocuparse. Creo que lo habían liberado y enseñaron fotografías o algún
video.
El tránsito de un
país a otro por carretera te recrea con kilómetros de taiga y la visión de
alguna manada de renos.
“20.
Nadie tiene derecho a usar la violencia.
21.
Todos tienen derecho a darse cuenta de su irrelevancia y de su grandeza.
22.
Nadie tiene derecho a usurpar la eternidad.”
La población de Lituania profesa el catolicismo prácticamente en su
totalidad.
Sin embargo, sus
orígenes perviven, y es frecuente que las personas tengan nombres como “Feliz”,
“Abeto",… u otros relacionados con la naturaleza.
Ya fuera de la
vital Užupis, sorprende encontrarnos con la Iglesia de Santa Teresa (s. XVII) en la calle Ausros Vartu, la más antigua de la ciudad, que conduce a la Puerta del Alba, la única conservada de la muralla que rodeaba Vilnius.
“38. Todos tienen derecho a no tener miedo.”
En diagonal a la pequeña
y mágica República, al SO, se encuentra Paneriari, a las afueras de la ciudad.
Su bosque es
testigo de la muerte de unas cien mil personas perpetrada por el Ejército
alemán entre julio de 1941 y 1944. Ya en los primeros meses de ocupación, el Einsatzkommando o unidad de exterminio
de las SS había asesinado a la mitad de la población judía (35.000 habitantes).
5. Todos tienen derecho a ser únicos.
6. Todos tienen derecho a amar.
32.
Todos son responsables de su libertad.
35. Nadie tiene derecho a echarle la culpa al otro.”
Según
la Wikipedia en lengua inglesa, los redactores de la Constitución de Užupis fueron el poeta, músico y director
de cine Romas Lileikis y el artista Thomas Chepaitis.
En su artículo Užupis, la república utópica, Francisco López-Seivane entrevistaba precisamente a Thomas Chepaitis, “un
barbudo orgulloso de haber nacido el mismo día (no el mismo año) que García
Lorca (…) ¿Tienen embajador en España? “Sí, don Quijote de la Mancha (…)”
Estos
son los últimos tres artículos de la Constitución:
“39.
No venzas.
40. No te defiendas.
41.
No te rindas.”
No
te rindas.
Transcripción literal
de la placa en castellano de la Constitución de la República de Uzupis en la
calle Paupio, Užupis, Vilnius.
Artículos no citados:
3. Todos tienen derecho a morir, pero no es su
obligación.
7. Todos tienen derecho a no ser amados, pero
no necesariamente.
8. Todos tienen derecho a ser insignificantes
y desconocidos.
9. Todos tienen derecho a ser perezosos y a no
hacer nada.
10.Todos tienen
derecho a amar y proteger un gato.
11.Todos tienen
derecho a cuidar de un perro hasta que uno de los dos se muera.
12. Un perro tiene
derecho a ser un perro.
14. Todos tienen
derecho a no saber de vez en cuando que tienen obligaciones.
15. Todos tienen
derecho a dudar, pero no es su obligación.
16. Todos tienen
derecho a ser felices.
17. Todos tienen
derecho a ser infelices.
18. Todos tienen
derecho a guardar silencio.
19. Todos tienen
derecho a tener fe.
23. Todos tienen
derecho a comprender.
24. Todos tienen
derecho a no comprender nada.
25. Todos tienen
derecho a tener varias nacionalidades.
26. Todos tienen
derecho a celebrar o a no celebrar su cumpleaños.
27. Todos tienen la
obligación de recordar su nombre.
28. Todos pueden
compartir lo que poseen.
29. Nadie puede
compartir lo que no posee.
30. Todos tienen
derecho a tener hermanos, hermanas y padres.
31. Todos pueden ser
libres.
33. Todos tienen
derecho a llorar.
34. Todos tienen
derecho a ser incomprendidos.
36. Todos tienen
derecho a ser subjetivos.
37. Todos tienen
derecho a no tener ningún derecho.
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